lunes, 2 de enero de 2017

En el carro




Acaba de suceder, estoy asustado, aterrado, mis manos tiemblan, estoy sudando, no logro calmar el ritmo de mi respiración y conseguir un poco de calma. ¿Cómo me atreví a hacerlo? Tenía tantos años pensándolo pero jamás me creí capaz de hacerlo.

Estaba tan cansado ya de la rutina, un día de trabajo arduo, atender clientes insoportables, sonreír, vender, terminar agotado, regresar a casa, jugar un rato con mis hijos, algo rápido para luego sumergirme en la computadora a revisar mis redes sociales y pasar el tiempo hasta que me diera sueño, esperar la cena, comer y acostarme a dormir, algunas veces debo hacerle el amor a ella, no puedo dejar que pasen los días sin hacerlo, tengo un calendario (ella no lo sabe) para no excederme de 4 días continuos sin hacerlo.

Este día, me reuní con unos amigos en un café, estaba él, tenía años que no lo veía, pero al volver a verlo sentí la misma rabia del primer instante, de aquel desventurado día en que lo encontré con ella en la cama, en mi cama. Recuerdo que los vi, me dio un ataque de risa inmediatamente, los interrumpi, sólo les dije que se vistieran y salieran de casa, no quería ver a ninguno. Rompí muchas cosas en casa ese día, no estaba en mis cabales, así como ayer, tampoco estaba en mis cabales.

Transcurrió un tiempo normal y agradable entre amigos, salimos del café y lo invité a él a tomarnos unos tragos, me aseguré de llevar en el carro la pistola cargada, nos fuimos a un bar y empezamos a beber y a hablar. Ahora estoy lavando el carro para eliminar todos los rastros de lo que hice...ella no se sentirá bien por esto, pero yo si, ya nunca más tendré la imagen de mi "amigo" cogiendose a mi madre.

@mili_fabi

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